viernes, 6 de agosto de 2010

JESÚS

-¡Chucho!
-¡No mamá, ya no tó chucho, ya me mañé!

¡en quién confiar!

ya no confío ni en mi sombra.
La muy hijuep..., cuando hay luz ¡me delata!
y cuando no la hay,... ¡me abandona!

domingo, 1 de agosto de 2010

Un amigo Venezolano

Héctor Estrada Parada

Un amigo es alguien que nunca te pide comida…
Un amigo Venezolano es la razón por la que organizas una comida.
Un amigo te pregunta cómo estás…
Un amigo Venezolano te dice que te ves bien, te abraza y te besa.
Un amigo llama a tus padres señor y señora…
Un amigo Venezolano llama a tus padres “mi viejo” y “mi vieja…”
Un amigo puede que nunca te haya visto llorar…
Un amigo Venezolano ha llorado contigo, por cualquier cosa.
Un amigo te manda flores y una tarjeta cuando estás internado en el hospital.
Un amigo Venezolano se queda a dormir en una silla, a tu lado.
Un amigo te pide algo prestado y te lo devuelve a los dos días…
Un amigo Venezolano te pide algo prestado y a la semana se olvida que no es suyo.
Un amigo te ofrece el sofá para que duermas.
Un amigo Venezolano te brinda su cama, se acuesta en el suelo... y no te deja dormir en toda la puñetera noche conversando contigo.
Un amigo sabe unas cuantas cosas acerca de ti…
Un amigo Venezolano podría escribir un libro con las cosas que le has contado de ti.
Un amigo te lleva “Acetaminofén” cuando estás resfriado.
Un amigo Venezolano te hace una sopa de pollo y los remedios que le enseñó su abuela…Y puede que hasta te haga “el avioncito” con la cuchara, para que te tomes la sopa.
Un amigo toca a tu puerta para que le abras…
Un amigo Venezolano abre la puerta, entra y después te dice: ¡Llegué!
Un amigo te pide que le hagas un café.
Un amigo Venezolano pasa a la cocina y monta la cafetera y hasta le pide azúcar a una vecina si no tienes.
Un amigo te dice: “Oye, creo que ya no deberías beber más”
Un amigo Venezolano te grita: “¡Te tomas esa vaina, porque no la vamos a perder!”
Un amigo puede serlo por un tiempo…
Un amigo Venezolano es para toda la vida.
Un amigo es un amigo.
Un amigo Venezolano… ¡es un pana!
Un amigo ignoraría este mensaje...
Un amigo Venezolano ¡se lo pasará a todos sus panas!

Adelanto del cuento aun sin titulo (II)

Hace años tocamos en un concierto propagandista en el estacionamiento de la Plaza de Toros. Se gritaba viva el partido tal o pascual y no a las corridas. Comían hamburguesas, bebían cerveza o tragos malos y baratos, fumaban y sudaban y se notaba el sudor, hasta que empezó a llover. Nosotros tocábamos porque es genial. Había mucha gente y llovía. Estábamos en una tarima bastante alta y una pantalla al fondo nos enfocaba a veces. Primero conectábamos los instrumentos, y un rato de calentamiento con arpegios y escalas para preparar al público. Carlitos Drummer confiaba tanto en sí mismo que no necesitaba calentar. Yo apagaba el micrófono y entonaba American Woman de Lenny Kravitz bajito. El público estaba emocionado. Gritaban que empezáramos ya. Y cómo no, si estaban empapados.

—Bueno, muchachos ¿Qué tal algo de Pearl Jam pa’ empezar?—pregunté y Fredo y Mari se mostraron de acuerdo. Incluso escogieron Even Flor.

Entonces empezamos a tocar. Primero Fredo toma la púa y la raspa con rapidez y violencia por las cuerdas de base. En ese momento entra Mari Ozzy y Carlitos Drummer con sus respectivos instrumentos. Luego un silencio de batería y los otros instrumentos se lucen. Suena el riff de bajo y guitarra más continuo de la canción. Y me toca cantar. Mi voz es algo rasposa y a veces tiende a lo gutural, pero es parte del emblema de la banda. Eddy Vedder se hubiese insultado escuchándome, lo más seguro. Un clásico del rock en manos de una banda de punk hardcore alternativo con toques de heavy metal y rock clasico.

—¡Even flow, hijueputas!—grito—¡Thougs arrive like butterflies!

La gente salta, se empujan, baten sus cabezas y corean la canción. La lluvia no los detiene. Ni a ellos ni a nosotros, la diferencia es que estamos bajo techo y ellos no. De pronto me siento culpable y pienso en saltar y cantar al nivel de ellos. Entonces vuelve el coro y lo canto con fuerza. Los Vicious me observan entusiasmados y dan todo de sí en el resto del tema. Incluso acompaño en el solo a Fredo como guitarra gemela. No lo habíamos ensayado así, pero quedo perfecto. Después, al finalizar, nos pedían otro tema. Ya habíamos tocado Anarchy in the U.K. y unos temas de los Beatles punkeados (hey jude y obladi oblada, con aceptación media de la audiencia).

Mari Ozzy se acercó a un micrófono y me guiñó un ojo.

—Para la siguiente canción—dijo—, yo acompañaré en la voz. Será un tema suave de despedida, pero sé que les gustará. Baby its you, de los Smith ¡Disfrutenlo!

Le vi una sonrisa de oreja a oreja a Carlitos. Es fanático del rock clásico. Improvisé un efecto delay en el pedal de la guitarra. Fredo empezó con un riff a lo Hendrix y luego Mary Ozzy cantando muy femenina con mis gritos de fondo. Me prometí que para el próximo concierto tocaríamos Call Me de Blondie y ella daría los gritos.