En breve, los territorios de tu piel; hasta ahora prohibidos y sagrados, serán profanados por mis huestes, quizás un poco cansadas y fatigadas, pero aún fuertes e indómitas.
Lo antes vivido, se nubla en el pasado. Lo real, lo importante, lo esencial, es lo que viviremos y sentiremos juntos, tu y yo; aquí y ahora.
¡Bendita vida, bendita profanación!…
NEUROMANTE
ResponderEliminarHace 61 días
Que buen poema sobre la relación de pareja, de la intimidad, de las cosas que nos siguen reafirmando que seguimos vivos. Excelente, un abrazo.